Diario El Callejero de Henderson

Noticias de Henderson y del País

De Henderson a vivir en Europa: se graduó en Tandil y apostó por un cambio de vida conociendo países y descubriendo nuevas culturas

Violeta Gutiérrez Veira tiene 27 años y nació en Henderson. A pocos días de haber terminado su tesis de Licenciada en Trabajo Social decidió dejar Argentina y apostar a una nueva vida en Europa.

Violeta se recibió en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) ubicada en Tandil.

En noviembre de 2019 la hendersonense Violeta Gutiérrez Veira tomó la decisión de emigrar hacia el viejo continente. Pero no lo hizo sola, sino que todo fue planeado con Kevin (en aquel momento su novio y actualmente esposo) a quien conoció en Tandil cuando transitaba sus últimos años como estudiante en la carrera de Licenciatura en Trabajo Social.

Indudablemente alejarse miles de kilómetros de la familia, amigos y costumbres fue una decisión muy difícil de tomar, no obstante, sobran los motivos para creer que cada paso que dio fue con la convicción y el deseo de concretar varios sueños que hasta no hace mucho tiempo veía lejanos. Vivir una aventura fuera del país fue lo que la motivó e impulsó a cruzar el Atlántico.

Violeta y Kevin dieron el si en febrero de este año en Suecia.

Los primeros meses en Suecia e inserción en el mundo laboral

Violeta y Kevin aprovecharon las oportunidades que ofrece la Working Holidays VISA. Se trata de un convenio que Argentina tiene con otros países y que permite a los postulantes residir en el destino elegido -dependiendo la disponibilidad del momento-, aproximadamente un año. En ese periodo de tiempo, las personas podrán experimentar en el ámbito laboral y también ahondar en una cultura diferente con un sistema de valores hasta el momento desconocidos. Un detalle no menor, para contar con tal amparo es necesario realizar distintos trámites burocráticos que verifiquen cada dato presentado.

Suecia fue el destino elegido por los viajeros: un país de los más importantes de Europa y en términos culturales y sociales, muy distinto a la Argentina. “A tres días de haber defendido la tesis estaba subiéndome al avión para partir rumbo a Suecia. Nuestro plan era viajar previo a que se desatara la pandemia, no sabíamos todo lo que iba a pasar después», relató la joven.

Distintos datos que se encuentran en la red indican que Suecia es considerado uno de los 15 países más fríos del mundo, y esta foto lo demuestra.

La primera experiencia de trabajo en el país escandinavo fue como voluntarios sociales. Su rutina consistía en trabajar cinco horas por día, cinco días a la semana a cambio de hospedaje y comida: «Este tipo de tareas existen en casi todos los países del mundo, de hecho hay una plataforma en la cual te inscribís, creas un perfil y buscas familias que reciban voluntarios», detalló.

Quizás lo más importante de este tipo de actividades, además de lo meramente social, es que servía como un método de ahorro hasta que las posibilidades de residir en un país y trabajar legalmente fueran concretas: «Teníamos pensado, luego de ahorrar un poco de dinero, viajar a Italia para que Kevin pueda tramitar la ciudadanía italiana», añadió Violeta acerca de un objetivo inmediato.

En medio de la incertidumbre que generaba la pandemia de Covid-19, y si bien el gobierno sueco no interfirió en la libertad de sus ciudadanos y la joven cuenta que tampoco «impusieron medidas de confinamiento», finalmente ambos fueron contratados por una empresa que se encargaba de realizar mantenimiento de exteriores en la ciudad de Estocolmo. «De la empresa estaban muy conformes con nosotros y decidieron contratarnos full time. Ahí mismo tramitamos un permiso de trabajo que fue lo que nos permitió residir en el país», relató Violeta.

Al mejor estilo ‘Don Barredora’ en Los Simpson, Violeta y Kevin liberaban los caminos cubiertos de nieve.

Lo más resonante y excéntrico en su paso por la empresa fue la labor que debieron cumplir en el extremo frío invernal, cuando por lo general las temperaturas oscilaban entre -15 o -20 grados y el sol casi no aparecía. A bordo de las máquinas o barredoras, ambos se encargaban de despejar los caminos cubiertos de nieve para que la comunidad pudiera circular normalmente: «Por lo general se trabajaba de noche y a veces estábamos hasta 14 horas sacando la nieve», argumentó la hendersonense acerca de esta tarea poco habitual.

Vivir en un país culturalmente distinto: «Por suerte pudimos vincularnos con personas de aquí y es super»

Violeta nos contaba que «la calidad de vida que tiene Suecia es muy buena«, a pesar que es un país costoso para vivir, las leyes de trabajo que se aplican a los laburantes son justas y eso hace que los salarios recibidos sean acordes al gasto promedio que la población tiene, no obstante, aclaró: «Se trabaja igual que en cualquier país, las jornadas de trabajo son de cuarenta horas semanales. No se trabaja menos».

En un país tan estructurado en el que todo se organiza minuciosamente de antemano y funciona perfectamente, la forma de relacionarse entre las personas no hace más que evidenciar el sistema rígido y delicado con el que cuentan, y esa fue la principal diferencia que Violeta notó con Argentina y que describió de la siguiente manera: «Las personas no son tan ‘amigables’ y demostrativos como los argentinos, son más cerrados y eso hace que insertarse en un círculo social sea difícil. Nosotros por suerte pudimos vincularnos con personas de aquí y es súper», expresó.

Cumplir sus sueños y la predisposición de ayudar a aquellos que deciden emigrar

Las personas que uno tiene al lado son importantes. Aquellos familiares y amigos que ayudan a pensar en una vida mejor y cumplir los sueños que uno tiene.

Un cambio de vida para los jóvenes y la risa de ambos que se engrandecen.

Pese que hasta el momento la joven no pudo viajar y conocer tantos lugares como realmente le gustaría, puso rápidamente los pies sobre la tierra y sostuvo: «Nunca nos imaginamos estar donde estamos y tampoco lo veíamos como una aspiración. Somos conscientes de la situación que actualmente está atravesando el país y por eso estoy agradecida que cada decisión y paso que di, todo el esfuerzo que hay detrás, me permita hoy estar acá«.

Además, con el propósito de generar un impacto positivo en las personas y al mismo tiempo derribar ciertos mitos instalados, Violeta contaba a nuestro medio que existe mucha gente que ve la situación de emigrar como inalcanzable, y otro grupo que erróneamente piensa que irse a vivir a otro país es sinónimo de «llenarse de plata». Bueno, al parecer estos dos aspectos no son tan así, y tanto la joven como Kevin están dispuestos a compartir información en las redes sociales para despejar cualquier duda que pueda surgirle a los lectores o a quienes decidan emigrar.

Finalmente, y desde Italia mientras aguarda la posibilidad de poder ejercer como Trabajadora Social, la joven reflexiona: «Es difícil estar lejos de la familia y amigos, a veces te sentís un poco solo. Pero no todo es tan oscuro«.

Redes sociales